11/4/19

¿Se puede aprender a esculpir o a pintar a través de una pantalla?

Se duplican los estudiantes en el primer grado de Artes en línea de España impartido por la UOC en colaboración con el Museo Reina Sofía
Foto: Unsplash/Tim Mssholder

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¿Es posible aprender a esculpir o a pintar desde una pantalla? La respuesta es sí. El avance de las tecnologías y las nuevas metodologías de aprendizaje permiten la enseñanza en línea de disciplinas que hasta ahora se restringían exclusivamente al ámbito presencial. Estudiar artes desde una plataforma digital aporta, además, muchas ventajas, opina Laia Blasco Soplon, directora de programa del primer grado de Artes en línea de España, organizado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y que ha doblado el número de estudiantes respecto al curso pasado.

¿Bellas artes en línea o arte digital?

Cursar bellas artes en línea no es lo mismo que estudiar arte digital. Como en cualquier grado de estas características, hay talleres de dibujo, pintura o escultura en los que se trabaja con materiales físicos. Laia Blasco explica que se aprovecha la trayectoria docente en multimedia, interacción e informática de la UOC, además de su «recorrido en investigación sobre arte, ciencia y tecnología» para integrar estos «nuevos medios» en el plan de estudios. Pero las nuevas disciplinas tecnológicas «se ven como lenguajes artísticos que están al mismo nivel que el dibujo o la pintura», concluye.

«La UOC utiliza un sistema de aprendizaje asíncrono con el que no se pretende imitar la docencia presencial mediante una pantalla», explica Sandra Martorell, profesora de los estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC. «Los estudiantes no han de conectarse un día y una hora para seguir las clases, ni son lecciones grabadas de un profesor hablando», prosigue la profesora. En el caso del grado de Artes de esta universidad online, el estudiante dispone de artículos, libros, herramientas, entrevistas, juegos interactivos, productos audiovisuales, materiales propios, guías de lectura, etc., no solo para adquirir conocimientos, sino también para reflexionar y buscar un lenguaje artístico propio. El motor de aprendizaje se basa en la actividad que lleva a cabo el propio estudiante apoyado por estos recursos docentes y por el acompañamiento del profesor y de los propios estudiantes del aula virtual, que comparten y comentan lo que hacen sus compañeros.

El laboratorio en casa

En las asignaturas que se imparten como taller se combinan diferentes materiales, lápices, pinceles, objetos, software, y, con el paso del tiempo, explica la directora de programa, cada estudiante va construyendo su propio laboratorio en casa: «Nos gusta llamarlo laboratorio porque el arte tiene mucho de experimentación», explica.

Por ejemplo, en el taller de escultura y prácticas espaciales se trabaja con la idea de instalación o de intervención en el espacio. Comienza con la desmaterialización del objeto, es decir, «en un punto avanzado en la historia del arte en el que se cuestionan los soportes y técnicas tradicionales para crear entidades conceptuales materializadas de otras maneras», explica Laia Blasco. Así, el estudiante dispone de más recursos a la hora de formalizar un trabajo que solo un taller de modelado, talla o forja, ya que también tiene a su disposición el espacio «doméstico, público, institucional o la propia red». Es el estudiante quien decide con qué materiales quiere trabajar o dónde quiere intervenir.

¿Cómo se evalúa? El proceso importa más que el resultado

Para los profesores, el proceso en la producción artística es casi más importante que el resultado. Por eso, los trabajos entregados siempre van acompañados de una memoria justificativa. Esta memoria recoge, con fotografías, escaneos, vídeos, etc., desde la primera idea del proyecto hasta los giros conceptuales y formales que haya podido sufrir el trabajo, explica Martorell. De este modo, se evalúan no solo la primera idea sino todas las fases del proceso creativo y también su conclusión.

Este hábito de documentar el trabajo llevado a cabo mediante una especie de diario es, además, una de las grandes ventajas de estudiar en línea. «El estudiante adquiere competencias de reflexividad (hacia dentro), que le servirán para hacer evolucionar su propia práctica más allá de su paso por el grado. También adquiere competencias de presentación y comunicación escrita (hacia fuera), que podrá poner en práctica al presentar sus proyectos y justificarlos ante convocatorias profesionales», explica Blasco.

Versatilidad y capacidad crítica. Estas son las cualidades que se quiere transmitir a los estudiantes. «Las salidas profesionales del grado dentro de diez años están todavía por inventar; queremos formar a estudiantes que se puedan adaptar a ellas pero que también sepan cuestionar y reivindicar sus condiciones laborales», completa Blasco.

Alumnos de todo el mundo, flexibilidad… las ventajas de estudiar arte en línea

A la flexibilidad propia de cualquier aprendizaje online (el estudiante se conecta cuando quiere y desde donde quiere), se suman otras ventajas. Al ser un grado en línea, tiene «obligatoriamente» un enfoque contemporáneo: la red y el mundo digital forman parte de la paleta del artista. «Las técnicas (analógicas y digitales) se trabajan de manera práctica pero no virtuosa. Son recursos que el estudiante conoce, combina y aplica sobre todo conceptualmente», matiza Blasco.

Otra gran ventaja: tener estudiantes repartidos por todo el mundo permite incluir la «realidad local» de cada uno, sus intereses y trayectorias, lo cual enriquece a toda el aula. Además, permite ir tejiendo una red de colaboradores locales y globales con instituciones, artistas, educadores, etc. «Uno de los objetivos del grado es participar activamente en una comunidad expandida que atraviese las paredes de la universidad», admite la directora de programa.

Que el grado de la UOC sea una colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía es una gran ventaja, tal y como explica Quelic Berga, profesor de los estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC: «Docentes y estudiantes tenemos acceso al material de este centro que es referente mundial en el arte contemporáneo». «Contar con su apoyo para el diseño del plan de estudios fue de gran valor», dice el profesor. Asimismo, el grado permite llevar el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía más allá de sus fronteras físicas por medio de los alumnos del grado que no están ubicados en Madrid.

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